El trabajo, que tiende acumularse y ramificarse en múltiples frentes en los momentos que menos requerimos, ha sido una de las causas de esta mudez que se ha empeñado en ser sombra en estos días.
Una antigua lesión, que llegaba casi de puntillas y se había instalado cómodamente sin muchas ganas de marchar y por consiguiente invitando al desahucio.
Tareas que se empeñaban en quedar marcadas a perpetuidad cómo pendientes y que animaban a continuar en esa agónica situación del silencio mudo y de manos caídas...
El trabajo fue cercado en sus frentes y ahora encaminado en su justa medida. La tendinitis de los extensores de la mano tratada y aunque aún en tratamiento con pinchacitos de corticoides, rehabilitación y gimnasio, dominada. Las tareas pendientes, aun siendo tareas pendientes, las hemos sacado de su letargo temporal, ya tienen fecha de ejecución...
Y aquí estamos, unas veces firmes y otras con pasos lentos, pero hacia adelante...Sin retrocesos.
Un nuevo miembro se suma a nuestra particular Comunidad del Anillo.
Barrio Cinco, pub Irlandés de la calle Ciscar, no quiere perderse nuestro viaje.
Allí será nuestro Punto de Encuentro.
¡¡Gracias Enrique!!
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